Niña con gafas

Comienza el curso escolar y nuestros niños se tienen que enfrentar diariamente a varias horas de clases, leer, estudiar, hacer deporte, actividades extraescolares, los deberes en casa… y, después, quizás haya tiempo para divertirse un rato jugando con la videoconsola o el ordenador; o viendo la televisión. No hay duda de que los ojos de nuestros niños y adolescentes trabajan a pleno rendimiento a lo largo de la jornada y, sin embargo, solo uno de cada cuatro niños españoles en edad escolar se revisa la visión al menos una vez al año.

Fracaso escolar, relacionado con la visión:

En muchos casos, las malas notas o el desinterés por las asignaturas no son consecuencia de la apatía de los estudiantes, sino de algún defecto visual que les impide seguir el ritmo de las clases, atender a las explicaciones de la pizarra, leer con rapidez y comprensión y estudiar cómodamente, con el consiguiente lastre para su aprendizaje. Se calcula que el 5-10 por ciento de los preescolares y el 30 por ciento de los escolares tiene problemas visuales como miopía, hipermetropía, estrabismo, ambliopía (ojo vago), etcétera.

La miopía, un problema que va en aumento:

Los niños cada vez dedican más tiempo a actividades en las que se realiza un gran esfuerzo en visión cercana, como la lectura, ver la televisión, trabajar con el ordenador o jugar con la consola. Esto está produciendo un incremento de escolares miopes. Sabemos que la causa de la miopía es multifactorial, donde juegan un papel el factor hereditario y el incremento de las actividades de cerca, pero según unos estudios recientes, se considera que el más importante de estos factores es simplemente la falta de luz solar. Se cree que la exposición a la luz del sol estimula la producción de una sustancia química llamada dopamina, que interviene en que el ojo no se alargue e intervenga como factor en el crecimiento de la miopía.

Ambliopía u ojo vago:

El diez por ciento de los niños españoles padece ambliopía, o también conocido como “ojo vago”, pero la mitad de ellos no está tratado, debido al desconocimiento por parte de sus padres. De ahí radica la importancia de las revisiones periódicas, ya que la detección precoz de este problema es determinante para el éxito del tratamiento.
Puesto que la ambliopía es la pérdida parcial de visión en uno de los dos ojos, la solución consiste en entrenar a ese ojo vago para que logre ver nítidamente a cualquier distancia. Para ello, se tapa el ojo bueno con un parche forzando así al ojo vago a trabajar. Pero además, se pueden utilizar lentes compensadores y un completo programa de entrenamiento visual con ejercicios específicos para lograr que el ojo ambliope iguale las funciones del ojo normal.

Signos y síntomas de problemas de visión:

  • Frunce el ceño, guiña los ojos para mirar de lejos o de cerca.
  • Se le irritan los ojos cuando escribe o lee, le escuecen y se frota los párpados con frecuencia.
  • Se queja habitualmente de dolores de cabeza.
  • Tropieza con facilidad, consecuencia de la deficiencia en la sensación de profundidad.
  • Comete muchos errores al copiar palabras de la pizarra.
  • Tiene baja comprensión de la lectura para su edad.
  • Tiene excesiva sensibilidad a la luz.
  • Evita actividades que requieren visión de cerca, como leer o hacer los deberes, o visión de lejos, como el deporte u otras actividades de ocio.
  • Suele sentarse demasiado cerca de la tele o se aproxima mucho a los libros. 

Fuente: funsavi.es

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